UN CAMBIO DE IMAGEN
La primera pieza acuñada por Figuerola tenía en el anverso la figura de una matrona tendida sobre la Península Ibérica, apoyada sobre los Pirineos, con los pies en el Estrecho cerca del Peñón de Gibraltar, con una rama de olivo en la mano como símbolo de paz y con una corona mural en la cabeza. El diseño, inspirado en las monedas acuñadas por el emperador romano Adriano, aparece también en las últimas monedas de 100 pesetas.
En 1874 el gobierno concede el monopolio del control monetario al Banco de España.
A lo largo de su historia circularon monedas de 1, 2, 2,5, 5, 10, 20, 25, 50, 100, 200, 500 y algunas de 2.000 pesetas que, aunque de curso legal, se emitieron como piezas de colección. Y a lo largo de su historia hubo billetes de 1, 2, 5, 10, 25, 50, 100, 200, 500, 1.000, 2.000, 5.000 y 10.000 pesetas.
El proyecto de Unión Económica y Monetaria facilitó la desaparición de la peseta, junto al resto de monedas de la denominada Zona Euro, el 1 de marzo del año 2002.